BUENOS AIRES.- Los niños rescatados en julio de una cueva en Tailandia se convirtieron en protagonistas del inicio de los Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires. Ya en la ceremonia de apertura se llevaron parte de la atención. Los pequeños héroes, de entre 11 y 16 años, disfrutaron ahora de una aventura muy distinta en su primera salida al exterior desde aquellos trágicos días: los Jabalíes Salvajes, así se llama el equipo, jugaron un emotivo partido amistoso con la escuela de fútbol de River en el mítico estadio Monumental, que terminó en un empate 3-3. Viajaron 11 de los 12 niños, acompañados por un médico y un psicólogo, que los guían en el tratamiento para superar el trauma. Ellos no les permiten entablar diálogo con la prensa, pero los niños lo dicen todo con sus miradas, llenas de paz.

La primera fase del tratamiento durará unos cuatro meses, precisó uno de sus acompañantes. Y aunque aún no se completó ese plazo desde que fueron rescatados de la cueva en un complejo operativo internacional, los expertos evaluaron que sería muy positivo para ellos viajar a Argentina y vivir unos días la experiencia olímpica.

Con la misma determinación habían rechazado en cambio la invitación del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y el presidente ruso, Vladimir Putin, para asistir a la final del Mundial de Rusia. Hacía pocos días que habían sido rescatados y los niños prefirieron recluirse en un monasterio budista. Con el paso de las semanas y los primeros meses, su situación cambió y así llegó el largo viaje de 17.000 kilómetros. Las primeras dos noches durmieron en el lujoso hotel porteño, pero desde anoche ya lo hacían en la Villa Olímpica, junto con los atletas. “Quieren vivir el sentimiento olímpico, la convivencia con los deportistas. Están muy emocionados”, explicó uno de sus guías. Será otra experiencia que los Jabalíes Salvajes mostrarán a todo el mundo. (DPA)